Convivencia Coronavirus DÍA 86 sábado, 6 de junio 2020

Los fines de semana Covid son algo extraños, como yo, es decir, para mí los días ahora son solo días y no hay mucha diferencia. Puede ser que mi rutina sea diferente todos los días porque me gusta hacer cosas distintas, pero al final es más o menos lo mismo… No sé si me explico. Los sábados son días de limpieza en mi casa, con la colaboración de todos, bueno, colaboración cero patatero. Los Gremlins son expertos en ensuciar y me ayudan a mantenerme en forma. ¿Veis? Yo lo veo todo en positivo. Si no ensuciaran, no tendría que limpiar y no haría nada de nada…

El día de hoy ha sido muy divertido, he tenido un poco de todo. Antes de contaros más, ayer se me olvidó compartir el nuevo vídeo de mi amiga Rosa Ayala, una cantautora maravillosa, con una voz preciosa, que es preciosa tanto por dentro como por fuera. Ayudadme a difundirlo, compartidlo si os gusta y suscribiros a su canal para estar al tanto de todos sus nuevos vídeos. Personalmente, no entiendo por qué aún no es una estrella… Pero el tiempo dirá..

Pues os cuento que hoy estuve trabajando en un nuevo proyecto que tiene que ver con este proyecto, pero que es diferente, aunque parecido… jajajja. ¿Os ha quedado claro, ¿verdad? Pues eso. Me tuvo ocupada todo el día. La cosa es que yo me lío a mí misma. Y veo que no me hacéis mucho caso, no leéis mi blog (esto no lo estáis leyendo ahora mismo), algunos me han enviado mensajes para ver qué ha pasado con las entrevistas de hoy… Y creo haber anunciado que en junio solo haré 5 a la semana porque necesito descansar, y al final en lugar de descansar, me enredo en otro proyecto que tiene que ver con este proyecto. Bueno, ya lo veréis. No seáis impacientes…

A ver, también os cuento que ayer le sacaron una muela de juicio a mi chico (pobrecito) y esta mañana, durante nuestro desayuno juntos (desayunamos juntos todas las mañanas virtualmente), me dice: «No me dieron la muela al terminar». Yo le pregunto: «¿Pero para qué c*** quieres tú la muela?» Él dice: «No sé, podría hacer algo con ella». Y yo: «¿Qué co*** puedes hacer con una muela?» Él: «Pues no sé, podría hacerte un colgante y llevarla como un amuleto». Y yo: «No, gracias de verdad, muy amable por tu parte, pero no». Él: «Y tú podrías hacerme una pulsera con una trenza de tu pelo». Y yo: «Lo veo». jajajajajaja. Tal para cual, os digo, tal para cual…

Y para finalizar, mi vecinamina asesina (que hoy no estaba muy asesina) me llamó para ir a andar, y andar hicimos (yo incluso con más ganas que ella, súper raro). Al terminar, como no podía ser de otra manera, paramos a tomar algo. Fuimos a nuestro restaurante mexicano favorito y no sé si estábamos necesitadas, con falta de… bueno, eso también, pero estoy hablando de bailar. Mal pensados sois, j***. La música que tenían era la típica pegajosa que te hace moverte, y estuvimos toda la cena bailando, bebiendo nuestras margaritas y riendo como si fuéramos dos niñas pequeñas (o dos locas, depende de cómo lo veas).

Reflexión del día: A menudo se me olvidan cosas que de repente son recordadas por alguna imagen, canción, olor, persona o lugar. De pronto, entran en tus sentidos de una u otra forma, y los recuerdos vuelven a ti a toda velocidad, inundando tu corazón. A veces, esas cosas que habías olvidado, habías dejado en el olvido por alguna razón, al volver a recordarlas, pueden causar sensaciones extrañas (una vez más, la rareza).

«Lo olvidado descansa en lo más profundo de tu alma, esperando resucitar.»