Las Crónicas del cuidador: Invencible

Con la redacción, edición, publicación, promoción y la «NO» presentación de mi nuevo libro «Este Virus es una Ruina», he dejado abandonadas las Crónicas del Cuidador, pero no os preocupéis, poco a poco me estoy poniendo al día. Los que habéis seguido las crónicas desde el principio habéis visto los altibajos, me habéis escuchado (leído) quejarme, reír y llorar. Todo sigue igual, pero realmente no sigue igual, y de eso es lo que quiero hablaros hoy. Vamos allá.

Para recapitular para los que leen este post como el primero, mi madre tiene Alzheimer (demencia senil). Lleva ya 4 años con la enfermedad, y en este último año es cuando hemos visto la espiral hacia abajo, ¿o no? A ver, sí que es verdad que desde enero mi madre ha perdido mucha movilidad, ya no come sola, ya no la podemos dejar sola ni 5 segundos o la lía. Pero aquí viene lo bueno jajajaja, hace un par de meses paramos de darle su medicación, a ver, solo tomaba pastillas para la tensión y algunas vitaminas. Pero el médico dijo: «Pesa 30 kilos, no creo que tenga tensión, ya es lo que es». ¿Y qué creéis que ha pasado?

Pues os diré lo que ha pasado: ha «resucitado». A ver, la cabeza la sigue teniendo más para allá que para acá, pero de repente, está más alerta, habla más, ya no duerme tanto, se ríe, las personas imaginarias han desaparecido, ha empezado a comer mejor hasta quiere comer ella sola. Hoy, por ejemplo, estaba en la cocina haciendo la comida y escucho «shis shis shis» (el sonido que hacen sus zapatillas, jajaja no juzgar que no sé describir sonidos a palabras). Y veo a mi madre en la puerta y me dice «¿Te ayudo?» y yo «WTF». No aguantó mucho de pie, pero fui a por su silla de ruedas y se quedó conmigo en la cocina y cada 3 segundos me decía «¿Esta es tu casa?» «¿Vives aquí?» «¿Qué haces?» «Esta es tu casa?», «¿Vives aquí?» «¿Qué haces?» «¿Quién te enseñó a hacer eso?» Y ahí es donde dije «Pues tú» y ella «¿Yo?» …..

Con esto os quiero decir, que de repente está más activa. Ahora se escapa de la cama, salta la valla que le hemos puesto (ya sé ha caído varias veces). Como dice mi hijo «Mamá, la Yaya es invencible». Pasó el Covid y perfecta, estuvo mucho tiempo sin comer nada, perfecta, no se acuerda de nada, perfecta, de vez en cuando se le sale la hernia inguinal que tiene y se la tenemos que volver a meter, perfecta, le damos vino y Baileys, perfecta, algunas veces solo come flanes y galletas en todo el día, perfecta…

¿Qué quiero decir con todo esto? Que aunque hay que cuidarse, hay que tomar los medicamentos que nos corresponden, hacer ejercicio, etc., al final cuando sea tu día será tu día y da igual lo que hagas. Así que señoras y señores, a ser felices y a tomar por el culo el resto.

Os dejo que me voy a hacer un bowl grande de palomitas con no sé si una cervecita o vinito, y de postre, pues no sé, algún flan con mi madre y al final nos fumaremos un puro juntas… hasta la próxima crónica.