Feliz Aniversario, llevo 8 años viviendo en color

Hoy os voy a contar una historia de amor, una historia que es difícil de creer. Una pareja que entre ellos tiene diferencias de edad, de cultura, de ciudad y muchos más motivos que hacían su relación imposible. Hoy os voy a contar mi historia de amor. Muchas de mis amigas dudaron, mi familia al principio no sabía qué pensar. Yo misma no apostaba nada por la relación, pero me entregué ciegamente y dejé que el destino apostara o no por nosotros. Hoy cumplimos 8 años juntos y quiero dedicar este post a mi otra mitad, quiero contaros nuestra aventura y que vosotros mismos decidáis si apostáis o no.

Jamás olvidaré la primera vez que lo vi el 18 de julio de 2015. Un tipo de cita a ciegas, pasaba el verano en Madrid mientras que mi hija estaba en un campamento de teatro. Recien separada, simplemente quería pasarlo bien y conocer a nuevas personas. Quedamos en un bar en frente de la casa de mi madre. Yo llegué antes (sigo llegando yo siempre antes, lo de llegar a tiempo no se le da muy bien a él jajaja). Un verano caluroso pero agradable, de esas noches en Madrid que todavía queda ambiente por la calle. Atenta al teléfono para ver si me decía que había cambiado de idea y a la vez mirando por la ventana a ver si aparecía, de repente veo a un chico en un coche y me saluda tipo, espera que ya voy… Y yo… ¿Será él? Sí, efectivamente era él.

Al entrar al bar pensé «Y yo, ¿Qué hago con esto?» es decir, para mí era un chavalín, un chico jovencito, súper mono, flaquito y lleno de energía. Esa noche nos dejamos llevar y nos olvidamos de nuestras diferencias, en realidad no creo que nos dimos cuenta de que teníamos diferencias, nos compenetramos muy bien y por un segundo todo fue como debía ser. Esa misma noche me di cuenta de que me podría gustar mucho este chico y sabía que la relación no iría a ningún sitio, así que salí corriendo (literalmente, estábamos en su coche y dije «lo siento» y corriendo me fui). No sería la primera ni última vez que salí corriendo…

Seguimos hablando y tuvimos más citas, una de ellas fue la que me enganchó y hasta ahora sigo enganchada. Fuimos a cenar y al terminar me dice: «¿Damos un paseo por el Retiro?» y yo: «Vale», yo iba súper mona con una mini falda negra, top súper cute y mis mini tacones fabulosos (qué tiempos aquellos)… El paseo fue súper romántico, estuvimos hablando y paseando y parece ser que se nos echó el tiempo encima… de repente, cuando íbamos a salir, nos habían cerrado todas las entradas… fuimos de puerta en puerta y nada… De repente pasa un chico joven, un «runner», y nos dice: «¿Sabéis por dónde se sale?» y mi chico le dice: «Han cerrado todas las puertas» y el runner: «No me j***» y mi chico le dice: «Bueno, tú estás en forma, salta la verja y ya está» y el runner dice: «Pues es verdad» y el runner, pin, pan, pun, allá que salta la verja… Y es cuando mi chico me mira y dice: «¿Hacemos lo mismo?» y yo… «¿Estás loco? Llevo tacones y una mini falda, medio Madrid me va a ver el chichi» y me dice: «Pues seguro que tienes un chichi muy bonito» jajajaja… Y sin pensarlo él saltó para enseñarme lo fácil que era y ahí voy yo con mis tacones y mini falda escalando la verja del Retiro de Madrid, pata para aquí, la otra pata para allá y cuando salté y mis pies tocaron el suelo… el mundo, que hasta entonces lo había visto en blanco y negro, se volvió de color y pensé… Este es el hombre de mi vida…

Pero aunque sabía que era el hombre de mi vida, también sabía que no íbamos a poder tener una relación duradera. Después de un mes de citas, llegó la hora de decirle la verdad, hasta el momento no le había sido del todo honesta. Quedamos y le digo: «Nada, a ver… estoy en proceso de divorcio, en realidad tengo 9 años más que tú, tengo dos hijos y vivo en Alicante, me voy mañana». A lo que me responde: «¿Y?» jajajaja pues, hijo mío, que hasta aquí hemos llegado, que ha sido todo muy bonito y que esto no va a ningún puerto. Nos despedimos pero seguimos en contacto. Tengo que deciros que desde hace 8 años me ha enviado un mensaje o me ha llamado todos los días con un «Buenos días, Amor» sin faltar ningún día.

Ya de vuelta en Alicante hablábamos a menudo y hacíamos bromas tipo ¿Quedamos? Vale, sí, nos vemos ahora… Un buen día me dice «baja» y yo, «bajo» (siguiendo las bromas de siempre) y me dice «No, no, que bajes» y yo «qué sí, ya bajo» y él «BAJA» y yo «Qué pesado, qué sí jaja jeje» y me dice «asómate por la ventana». Recuerdo que estaba mi madre en mi casa de visita y le digo «mamá, que el chico de Madrid dice que está abajo» las dos salimos a la terraza, yo agachada desde abajo para ir subiendo la cabeza poco a poco para asomarme, y ahí lo veo con sus pitillos, tan mono él saludándome para que bajara… Me quería morir… Desde entonces más de una vez me ha dicho «baja» sin avisar antes, sorprendiéndome una y otra vez.

No ha sido un camino fácil, yo he dudado más de una vez, cada vez que venía a verme le decía «Vete con una chica más joven, más guapa, más flaca que viva cerca de ti y te puedas casar y tener hijos». Una y otra vez le dije esto, en muchas ocasiones, saliendo corriendo, y una y otra vez volvía. Hasta que una vez me dijo «No te voy a dejar por una más joven o guapa, te voy a dejar por lo pesada que eres diciendo que me vaya con una más joven y guapa, si vengo a verte a ti vengo a verte a ti y no a otra». Desde ese día dejé de decirle esas cosas, aunque algunas veces me pasaban por la cabeza y me tenía que aguantar.

Como cualquier pareja, hemos tenido nuestros altibajos, hemos discutido, hemos tenido (y seguimos teniendo) opiniones distintas, pero jamás hemos perdido el respeto el uno al otro, siempre hemos tenido una muy buena comunicación y siempre nos hemos querido. Recuerdo una de las veces que íbamos en el coche y vi una pareja de ancianos andando por la calle de la mano, era por la noche ya tarde e iban por un descampado y le dije «¿Pero qué hacen?» y me dice «Caminar, como haremos nosotros a esa edad». Una respuesta tan simple, él sabía exactamente lo que estaba preguntando, lo que estaba pensando…

Puedo seguir contando anécdotas hasta aburriros, pero no se trata de eso. Este post es un regalo de aniversario para mi amor. Quiero recordarle que estoy más que agradecida por su paciencia, por todo lo que me enseña todos los días, por ayudarme a confiar en mí misma, por ayudarme a afrontar mis miedos, por apoyarme en todo mi camino, durante mis errores, siempre en lo bueno y en lo malo. Permitiéndome ser yo, sin juzgar, animándome a salir de mi zona de confort, recordándome las cosas simples de la vida…

No estoy segura como terminará esta historia de amor, yo amenazo con pedirle matrimonio y el siempre me dice «En su momento», espero que el momento esté cerca porque este cuerpo serrano no va a aguantar mucho más y quiero entrar en mi vestido de novia jajajaja (no te asustes amor que es broma).

Os dejo el primer video que hice de nuestro resumen de amor.. A ver si me pongo al día y encuentro todos y hago un video en condiciones.. Por ahora es lo que hay, no me da la vida para más..

FELIZ ANIVERSARIO, LOVE YOU!