Convivencia Coronavirus DÍA 81 lunes, 1 de junio 2020

¡Happy Fase 2 everyone! Sí, ya estamos en la Fase 2, pero voy a ser muy cuidadosa, no solo en términos del virus, sino en todos los aspectos. Quise abordar la Fase 1 con mucha fuerza y al final todo me salió mal. Así que he decidido que esta Fase 2 será más tranquila. No voy a apresurarme en nada, no voy a poner demasiado esfuerzo en nada, no os voy a regañar (esto me costará), tendré más paciencia (esto me costará aún más), y simplemente dejaré que todo fluya hasta la Fase 3. Después de eso, ¡ya veremos! No os preocupéis, me comportaré bien.

Hoy el día comenzó con un regalo muy especial y significativo, una pulsera roja (un hilo rojo alrededor de mi muñeca izquierda con siete nudos atados por una persona que solo quiere lo mejor para mí). La idea es que este hilo rojo me dé fuerza y me acompañe en todo lo bueno que está por venir. Me ha encantado el ritual y, sobre todo, quiero decir que para mí este tipo de regalo es el mejor que existe. Cada día me siento más agradecida por todas las personas que me rodean.

El resto del día se me ha pasado volando, como siempre. Al final, me enredo sola y me invento cosas, y en fin, que no doy a basto. Tengo tantas cosas en la cabeza que quiero hacer que no sé si llegaré a todo. Además, hay tantos de vosotros que quiero ver que estoy haciendo un tetrix de visitas. Algunas quedadas con las personas más cercanas a mí y en las que confío más las voy alargando. Pero hoy ha sido lo mejor. Una de esas amistades me dice: «He comprado una tortilla para cuando vinieras, y se caduca el miércoles», por lo cual no tengo más remedio que ir mañana. Yo encantada, aunque tengo que parar de comer. La semana pasada me porté mal y no hice nada de ejercicio otra vez, mi vecinamiga asesina no estaba disponible para amenazarme. Espero que esta semana me amenace de esa manera y no de comer tortillas.

Hoy comencé las nuevas entrevistas de este mes arrancando motores con Cristina Mulero CEO de Branty. Ha sido una entrevista muy educativa y divertida.

Y con todo esto, se acabó mi día. Siempre me pasan cosas fuera de lo común, pero por lo menos ya he llegado a la conclusión de que acepto mi locura. Espero que vosotros también.

Reflexión del día: Volvemos a lo mismo, no ha habido cambio, no hemos aprendido nada de nada. Al principio de estas crónicas, me preguntaba a mí misma y a todos los invitados si pensaban que las personas cambiarían para mejor. Algunos me dijeron que sí, otros que no. Yo lo tenía claro…

«No hay cambio cuando no hay alma.»