Convivencia Coronavirus DÍA 16 sábado, 28 de marzo 2020

Hello again! ¡¡Se me acumula la faena! Los fines de semana ahora están más ocupados que antes de este aislamiento. Hoy toca limpiar la casa, intentar salir por primera vez a hacer la compra, ir a la farmacia, organizar cajones olvidados y además cumplir con la prometida pasarela (¡No sé por qué dije nada!). Y mientras yo estoy estresada con todo esto, mis queridos hijos están tan felices…

Empezaré contando que ayer me llegó la compra que hice por Internet hace 1 semana y media (ni siquiera recordaba lo que había pedido). Por supuesto, desde la semana pasada, la lista de la compra ha seguido creciendo, así que hoy tendré que salir a comprar el resto.

Os cuento que, al hacer la compra por Internet, no sé si os ha pasado alguna vez, pero el tema de las cantidades a veces no queda claro y pido más o menos de lo que realmente quiero. En esta ocasión parece ser que puse que quería 5 plátanos… Pues lo que me llegó fueron 5 paquetes de 5 plátanos (o más) en cada paquete. Pensé, la gente del supermercado habrá pensado… ¡J**** En esta casa viven orangutanes! Bueno, no os preocupéis, aquí os dejo algunas ideas de lo que se me ocurrió que podría hacer con los p**** plátanos, que están más verdes que yo se que…

Si tenéis más ideas me lo decís que ya sabéis soy una buen mandá… Aun estoy esperando que me ayudéis con los nombres del las plantas….Sois lo peor..

Mi hija ha salido varias veces de su «coronacueva» esta semana y he intentado hacerle algunas fotos sin que se diera cuenta, y estas son las únicas que he conseguido. Son, como ella diría, «Random»… A pesar de lo creativa que es, no me ayuda con mis cosas y me dice… «¡J*** Qué pesada eres con tu p**** blog, déjame en paz, ¡ni siquiera tienes seguidores!» Amor de hija… estoy tan orgullosa…

Reflexión del día... He estado leyendo y viendo en las noticias que los psicólogos están muy preocupados por nuestra salud mental, sobre todo la de los niños. Dicen que se debe permitir que los niños salgan unas horas al día para dar un paseo (como si fueran perros), y que los adultos estamos experimentando ansiedad, depresión e insomnio.

A ver, mi punto de vista… En cuanto a los niños, si estuviera en la época en que mi hija era pequeña, personalmente saldría y sería la primera en contagiarme, así que entiendo a los padres desesperados. Pero esta situación es única y debemos pensar en los demás, no solo en nosotros mismos. Debemos entender que esto pasará y nos hará más fuertes (creo que vivimos en una era en la que estamos acostumbrados a tener todo lo que queremos cuando queremos, y cuando no lo conseguimos, nos ponemos rabiosos). 

En cuanto a los adultos… Cuando hablo con mis amigos espirituales que llevan años meditando y trabajando en su interior, personas positivas y solidarias, no hay rastro de ansiedad, insomnio ni depresión, al contrario, están en paz, ilusionados, siendo creativos y siguen siendo solidarios (no empiezan a serlo). Por otro lado, en el otro grupo de amigos que están más enfocados en el mundo material y externo, noto que lo están pasando muy mal, con los síntomas típicos que los psicólogos mencionan… Bueno, después de todo este rollo que os he contado, lo que quiero decir es que creo que este es un GRAN momento para sumergirnos profundamente en nosotros mismos y encontrar la paz en lo que vemos y sentimos.

«Los errores de hoy se convierten en tu camino de mañana»