Nuricoco sin filtros week 31

Esto de ser constante es una p*** m***** pero lo prometido es lo prometido y hay que cumplir sea como sea (es lo que estoy intentando hacer) ya van 31 semanas, y pasado el ecuador del año, siento que puedo ver la luz, siento que puedo hacer lo que dije que iba hacer, sin excusas, sin pausas e intentando entreteneros lo mejor que puedo.. Dicho todo esto, este post es uno de los más difíciles de redactar no sólo porque voy de c*** y no tengo tiempo, pero porque lo que tengo que contar, va a costar.. Así que os invito como todas las semanas a entrar en mi mundo y descubrir las novedades de vida..

Algunos de vosotros ya sabéis que esta semana estoy en Madrid porque poco a poco tengo que desalojar la casa de mi madre. La casa donde ella nació y donde han vivido 3 generaciones. Encontré el contrato original de renta antigua de 1939 y es increíble las leyes de esos tiempos.. Las mujeres en ese entonces casi ni existían y no podían hacer nada sin sus maridos. Yo he tenido suerte que desde mi abuelo hasta mi hijo todos los hombres en mi vida no han sido machistas y siempre han apoyado a la mujer en todo. En fin, volviendo a mi vida actual.

Me imagino que algunos de vosotros ya habéis pasado por esto, es decir, entrar en una casa y tener que decidir que va y que se queda.. ¿Con que recuerdos te quieres quedar? ¿Tienes espacio para quedártelos? ¿Por qué quedártelos? ¿Qué es importante? ¿Qué puede tener valor? Más importante ¿Cuáles tienen el mayor valor sentimental? Son decisiones que hay que tomar muy importantes y es difícil decir adiós a ciertos objetos que aunque no sirvan para nada, no tengas espacio para ellos, sean feos, no valgan nada, son objetos que has visto toda tu vida.. Esa figura de porcelana que siempre ha estado ahí, ese marco con esa foto que no sabes ni quien es.. Y la ropa, esa blusa favorita de tu madre o padre o tus abuelos que te traen recuerdos y te transportan a otro entonces.. Repito, una situación muy difícil no solo físicamente, mentalmente, pero sobre todo emocionalmente.

He tenido la suerte que mi hija ha podido salir de su aislamiento  y acompañarme en este viaje del tiempo. Hemos vivido momentos de incertidumbre, de impotencia, de peleas, de tristeza pero sobre todo muchas risas. Mi hija es muy mandona y me dice «A ver, te explico como vamos hacer esto» y yo «¿Eh?» y ella «Primero compramos los materiales que vamos a necesitar, después te asigno una habitación y empezamos» y yo «vale» jajaja para decirla que NO ya que me estaba ayudando.. El primer día, nos miramos como diciendo. Como c*** vamos hacer esto.. Tengo que explicar que ni mi abuela ni mi madre tiraban nada.. por lo cual os podéis imaginar todo lo que nos encontramos.. Tardamos 2 días enteros simplemente filtrando y organizando que íbamos a tirar, regalar, vender o guardar y cada día movíamos cosas de un montón a otro, cambiando de idea.. tipo «Pues esto a lo mejor nos puede servir para algo» o «¿Por qué c*** guardamos esto?» así todos los días.. Al final ya veíamos que se nos echaba el tiempo encima y no tuvimos otra que tomar decisiones serias (bueno hasta ahora, que no hemos terminado seguimos moviendo cosas jajajajaj).

Una vez hecho la selección tocó la parte más divertida, intentar guardar todo en cajas y nombrar cada una.. Entre que ella hacía una yo cerraba otra, al final creemos que cada caja tiene escrito lo que no es.. Cuando llegue el momento de abrirlas, será como cajas sorpresa.  Ya por el cuarto día, estábamos asqueadas y casi ni inspeccionábamos las cosas, era como… esto fuera, esto nada… y cada 15 minutos decíamos «¿Descansamos?» o «¿Nos probamos ropa?» o «¿Y esto para que sería, lo probamos?» o «Mira estas fotos, que monos todos» o «¿Comemos algo?» o ¿Dónde está la cinta?» o «¿Dónde está el rotulador?» o «Espera que voy hacer un story».… Bueno creo que lo pilláis.. mucho, mucho y poco, poco…

Y en una semana una vida de casi 82 años poco a poco iba desapareciendo, ya quedaban pocos restos de un hogar, las paredes se quedaron vacías (bueno dejamos todos los clavos jajaj), los recuerdos me venían y se iban, podía sentir a mis abuelos mirándome, juzgándome, pidiendo que me quedara más y más recuerdos, miraba a mi alrededor y quería llevarme todo conmigo, deseaba volver a 1939 y cada año vivido para poder vivir junto a ellos todo esos recuerdos.. Dejar esta casa para mi es dejar todo lo que conozco, ya que es lo único que ha estado ahí desde que era niña, lo único que puedo llamar mi casa.. Irónico que la que más alejada estuvo por muchos años es la responsable de tomar las decisiones más difíciles de la vida.

Simplemente recuerdo que no hay que llevarse todo lo material ya que…

Venimos desnudos y sin nada a este mundo y nos vamos desnudos y sin nada.. Sólo nos llevamos los momentos vividos.