Convivencia Coronavirus DÍA 22 viernes, 3 de abril 2020

Bueno, esta mañana me desperté de un sueño que no os vais a creer. Tenía, entre otras cosas, plátanos… (ya quedan pocos, o nos los comemos o haré otro postre asqueroso… aún no sé qué hacer).

Os cuento que mi madre, además de saber que tiene que aplaudir a las 20:00 horas, ahora me pregunta todos los días: «¿Hoy de qué me tengo que disfrazar?». Jajajajaja, la pobre se divierte cuando puede participar en mis locuras.

Al principio, la idea (bueno, idea de una compañera, sabes quién eres) era disfrazar a mi hijo de Coronavirus, ya sé lo que estáis pensando: «Qué macabra», «Qué mal gusto, cómo puede pensar en hacer bromas así». Pues soy así, pienso en cosas así. Pero mi hijo me dijo que había llegado al límite de pedir tonterías para esta semana y que se lo intentará pedir otro día (lo haré). Así que tuve que cambiar de idea, y eso es lo que veréis en el siguiente video. La idea era que mi madre esquivara al Coronavirus…

Ha sido un FAIL total, como podéis ver, ya que se me ve en el fondo. Jajajajajaja, decidí dejarlo así para demostrar una vez más que no sirvo para nada.

En estos días no he mencionado mucho a mi hija, sigue en su «coronacueva». De vez en cuando sale y pregunta: «¿Hacemos ejercicio juntas?». Creo que ya sabéis mi respuesta a eso… No vuelvo a entrar en la «coronacueva», da mucho miedo… También sale y dice: «Mamá, necesito mantequilla, levadura, pepitas de chocolate… ya sabes, elementos para hacer algo rico. No sé qué cosas compras cuando sales, pero es toda una mierda». Eso me recordó a un video que le hice cuando tenía 4 años, haciendo una tortilla francesa. Desde muy pequeña le ha gustado cocinar. Es todo lo contrario a mí, a ella se le da bien cantar, cocinar y dibujar, pero no bailar ni redactar, y yo… bueno, ya sabéis que no valgo para nada. Jajajajajaja. Os dejo con el video que encontré.

Os recuerdo (y a los que no conocieron a mi hija cuando era pequeña) que hasta los 6 años no hacía más que llorar, gritar, llorar un poco más, ah sí, gritar y llorar un poco más, claro, siempre desnuda y no comía ni dormía. Lloraba las 24 horas del día (ahora solo grita una vez al día o más, depende del día del mes). Menos mal que tengo testigos… una vecinamiga siempre cuenta que durante los 2 años que se pasó todas las tardes en la mesa de su cocina estudiando para una oposición, siempre sabía que eran las 17:30 porque escuchaba los gritos de mi hija (ella vivía en un quinto piso con doble ventanas)… No digo más…

Reflexión del día: Sigo muchos blogs de Marketing y Productividad, y me hace mucha gracia que en todos los artículos escritos por hombres (muchos sin hijos) dan consejos como… «cuando trabajas desde casa, debes ser muy organizado y no realizar tareas domésticas durante el tiempo de trabajo». Genial… ¿Cómo piensan que las mujeres solteras o casadas con hijos pueden hacer todo lo que hay que hacer en un día? Vamos a esperar todas a las 6 de la tarde para poner lavadoras, secadoras, cocinar, limpiar, ir a la compra, etc., etc., etc. No sé, otras supermamás, pero yo tengo que MULTITASKEAR y aprovechar cada p*** segundo que tengo. Me levanto un par de horas antes de empezar a trabajar para adelantar las tareas del hogar, pero aún así hay cositas que hay que ir haciendo… Si estoy trabajando y tengo que hacer pipí, pues nada, me levanto, hago mi pipí y aprovecho para poner la ropa en la lavadora… Si tengo que hacer caca, pues igual, aprovecho que me he levantado para poner la ropa en la secadora… ¿No sé si me entendéis? (Me imagino que las mujeres sí saben de lo que estoy hablando, y si eres mujer con hijos y haces todo después de terminar de trabajar, explícame como lo haces). Ahí lo dejo…

«Si soy así porque no soy así»