Convivencia Coronavirus day 10

Convivencia Coronavirus DÍA 10 Domingo, 22 de marzo 2020

Hoy amaneció lloviendo, y la verdad es que me encantan los días lluviosos cuando uno puede quedarse en casa. No sé vosotros, pero ahora no me siento tan culpable de no hacer nada. A ver, no es que no esté haciendo nada del todo… estoy ocupada con muchas cosas, pero sí es cierto que en algunos fines de semana pasados deseaba no tener nada que hacer, solo para dormir toda la mañana y quedarme en pijama durante todo el día. Es que lo que dicen es verdad: «Be careful what you wish for, it might just come true» (Ten cuidado con lo que deseas, podría hacerse realidad)

Arranca el superdomingo lleno de actividades, y cuando me pongo al día con las noticias y veo que tenemos 15 días más de aislamiento, pienso: «¡Menos mal!», porque me estaba agobiando ya que se me está acumulando la faena. Aún tengo pendientes las visitas virtuales de museos, los cursos online a los que me he apuntado, y organizar mi trastero. ¡No da tiempo a todo! Lo único preocupante de todo esto para mí ha sido cuando leí que algunas fábricas de bebidas alcohólicas han parado su producción para poder ayudar y producir productos desinfectantes con el alcohol. ¿Y si se acaba la cerveza? Bueno, que no cunda el pánico. Mañana me arriesgo y compro cerveza como si fuera papel higiénico.

Como es domingo, día en familia (¡que ya!, ¡que todos los malditos días son ahora en familia!), hemos decidido realizar actividades juntos. Pensamos que nos cortaríamos el pelo mutuamente y recrearíamos algunas fotos al estilo de Celeste Barber (me encanta esta mujer). Así que vamos a ello…

El primer reto: recreación de una foto. Antes de juzgar, dejarme deciros que tuve que pedir ayuda a mis hijos para hacer esto. Mi hijo sujetando la manta decía: «¡J***, mamá, no quiero ver tus tetas!» Mi hija hacía la foto y decía: «Qué vergüenza de madre, por Dios, eres una loca». Y me dice: «Tienes una oportunidad, así que date prisa». Pues bien, me hizo dos fotos y dijo: «Ya está, pesada, qué coñazo de familia», y se metió de nuevo en su coronacueva. Mi madre estaba todo el tiempo diciendo: «Qué bonito», jajajajaja (amor de madre). Con tiempo y con otra ayuda intentaré recrearla mejor, lo prometo. Agradezco especialmente a una diseñadora gráfica maravillosa que me ayudó a retocar la foto (bueno, a ocultar parte de la teta que salía por todas partes… Gracias, guapa, tú sabes quién eres).

Lo del corte de pelo lo hemos dejado para mañana, ya que dicen que lo de hoy les ha traumatizado lo suficiente por un día y que es bastante tela estar encerrados conmigo. Así que ya veremos mañana.

El resto del día debo admitir que no pude resistirme más y me enganché a una serie de Netflix (sí, sí, después de hablar tanto de mi disciplina… todo a la p*** mierda). Pero bueno, os recomiendo que la vean. Se llama «No hables con extraños». Mi madre también se enganchó conmigo, el problema es que cada vez que tengo que pausarla para hacer algo y luego la retomamos, para ella es como si fuera la primera vez y tengo que explicar todo desde cero.

Reflexión del día: Estamos viviendo una situación como ninguna otra. Tenemos más información de la que necesitamos, todo el mundo dando su punto de vista, gente inventando cosas, gente que se aprovecha de la situación, gente muy nerviosa y con mucho miedo, y gente que todavía no se ha dado cuenta de la gravedad de lo que está pasando. Esto sin duda empeorará y creo que más que nunca debemos mantenernos positivos y aprovechar este tiempo. Si no podemos salir afuera, entonces entremos dentro, dentro de nosotros mismos, para conocernos mejor. Sé que tal vez esto cause más miedo. Ahí lo dejo… hasta mañana.

 

«El miedo se disfraza del ego»